Libros en blanco que rellenar.

Escribias en un gran libro en blanco todos los momentos que viviais, sin importar lo bonitos o lo feos que fuesen. Escogias cuidadosamente las palabras, enhebrabas lapiz y cosias frases maravillosas. Repasabas los textos mil veces hasta que quedaban perfectos. Los leias en voz alta, como si se los leyeses a ella. ¡Era tan maravilloso el libro de vuestras vidas...!
Mirabass la estanteria y no recordabas la ultima vez que terminasste un libro como aquel y lo depositaste alli para el recuerdo. Es mas, no creias haberlo hecho nunca. Pero esta vez, esta si, merecia un libro. Merecia todo y ni mas ni menos, eso fue lo que diste. Hasta que la belleza de aquel libro pudo superar a "Rayuela", "El Alquimista" o "El principito". Pusiste mas sentimiento que Becqer y mas fe que una vieja monja de clausura.
Pero como todas las historias de amor, esta tambien termino en trajedia y poco a poco aquellas magicas frases se fueron llenando de borrones. La fe y los sentimientos se escaparon, y el eterno coprotagonista decidio tomar el papel de antagonista sin escrupulos y cerrar aquel libro a la fuerza.

Te quedaste solo, como se quedan todos aquellos que creen en sus sueños. Te olvidaste de la luna, de enhebrar lapices para coser palabras y guardaste el corazon en una cajita para que nadie lo viese. No hablaste mas de aquel libro que permanecia abierto sobre la mesa, mientras se hundia entre papeles y mas miserias y se llenaba de telarañas.

No contaste a nadie su existencia y poco a poco fue cayendo en el olvido. Paso el tiempo y hubo que poner fin a aquel desorden. Cuando llego el turno de recoger el libro, no dudaste un instante. Ahora ya no. Lo cerraste con decision y lo pusiste en la estanteria. Habias entendido, al fin, lo mas dificil: Que lo podrias leer cuando gustases, pero que esas ya no eran mas tus historias.

Cargado de energia y buen humor saliste a la calle, gritaste al mundo que era el momento de empezar de nuevo, de comprar otro libro en blanco, mas gordo si cabe que el de antes y un nuevo lapiz para enhebrar. Pusiste tu musica favorita y abriste por la primera pagina. Ahora solo habia que esperar a aquella coprotagonista loca y risueña que decidiera participar en tal obra. Sabias que no estaba lejos, que en algun lugar ella tambien te esperaba.